Estructura Terciaria y Cuaternaria
Aquí es donde las cosas se ponen realmente emocionantes. La estructura terciaria es el plegamiento tridimensional definitivo de la proteína, y de esto depende totalmente su función biológica. Es como el paso de un plano 2D a una escultura 3D funcional.
Esta estructura se mantiene gracias a cuatro tipos de enlaces entre las cadenas laterales: puentes de disulfuro (los más fuertes), fuerzas electrostáticas (entre cargas opuestas), enlaces de hidrógeno y fuerzas de Van der Waals. Cambiar un solo aminoácido puede alterar toda la estructura.
Según su forma final, las proteínas pueden ser globulares (muy plegadas y esféricas) o fibrilares (alargadas con menos plegamiento). Las globulares suelen ser solubles en agua, mientras que las fibrilares son insolubles.
Algunas proteínas van un paso más allá y tienen estructura cuaternaria: varias cadenas polipeptídicas trabajando juntas como un equipo. La hemoglobina es el ejemplo perfecto de esta cooperación molecular.
¡Importante! La desnaturalización rompe estos enlaces y destruye la función de la proteína. A veces es reversible, ¡pero no siempre!