Esfingolípidos
Los esfingolípidos son los lípidos más sofisticados y abundan especialmente en tu sistema nervioso. En lugar de glicerina, usan un alcohol llamado esfingosina que se une a un ácido graso mediante un enlace amida, formando la ceramida.
La ceramida es como una base a la que se puede añadir diferentes grupos polares. Si se añade fosfocolina, obtienes esfingomielinas, que son fundamentales en las vainas de mielina que recubren tus neuronas y permiten la transmisión rápida de impulsos nerviosos.
Si en lugar de fosfocolina se añade un glúcido, obtienes glucoesfingolípidos. Estos se subdividen en cerebrósidos (con un monosacárido) y gangliósidos (con un oligosacárido), y son especialmente importantes en el tejido cerebral.
Dato médico: Los defectos en el metabolismo de esfingolípidos causan enfermedades graves como la enfermedad de Tay-Sachs, donde se acumulan gangliósidos en las neuronas.
Como los fosfolípidos, los esfingolípidos también tienen carácter anfipático y forman parte de las membranas celulares, especialmente en células del sistema nervioso donde proporcionan estabilidad y funcionalidad específica.