El citoplasma es el material fundamental que llena el espacio entre la membrana celular y el núcleo en todas las células vivas. Esta sustancia semilíquida está compuesta principalmente por agua, proteínas, lípidos y otras moléculas esenciales para la vida celular.
El citoplasma estructura y función se divide en tres componentes principales: el citosol, los organelos y el citoesqueleto. El citosol, también conocido como hialoplasma, es la parte líquida del citoplasma que contiene diferentes sustancias disueltas como iones, proteínas y metabolitos. Los organelos son estructuras especializadas que realizan funciones específicas, como las mitocondrias que producen energía. El citoesqueleto es una red de filamentos proteicos que proporciona soporte estructural y permite el movimiento celular.
La función del citoplasma es fundamental para la supervivencia celular, ya que actúa como medio de transporte para nutrientes y desechos, facilita el movimiento de organelos y participa en procesos metabólicos esenciales. El citoesqueleto célula animal difiere ligeramente del citoesqueleto célula vegetal, aunque ambos comparten los tres tipos principales de filamentos: microfilamentos, filamentos intermedios y microtúbulos. Los componentes del citoesqueleto trabajan en conjunto para mantener la forma celular, permitir el movimiento y la división celular, y organizar el transporte intracelular. En el caso del citoplasma procariota, la estructura es más simple ya que carece de organelos membranosos, pero mantiene las funciones básicas necesarias para la supervivencia celular.