Del Fijismo al Movilismo: La Revolución Científica
Hasta 1960, la mayoría de científicos creían en el fijismo: que continentes y océanos siempre habían estado en el mismo sitio. ¡Qué equivocados estaban! Wegener propuso que los continentes se movían, pero nadie le creyó hasta que llegaron las pruebas.
El paleomagnetismo fue clave. Al estudiar minerales magnéticos en rocas antiguas, los científicos descubrieron que los polos magnéticos habían "vagado" - o mejor dicho, ¡los continentes se habían movido!
Los fondos oceánicos guardaban los secretos más increíbles. Con sonar, barcos oceanográficos y sismógrafos, los científicos descubrieron que los océanos no eran llanuras aburridas llenas de sedimentos, sino relieves espectaculares con dorsales (montañas submarinas) y fosas profundísimas.
Harry Hess propuso en 1960 la expansión del fondo oceánico: los océanos se crean en las dorsales y se destruyen en las fosas. Las anomalías magnéticas del fondo marino confirmaron esta hipótesis, mostrando bandas simétricas de polaridad normal e invertida.
💡 Analogía perfecta: Los océanos funcionan como cintas transportadoras gigantes que se crean en un extremo y se destruyen en el otro.