El Sistema Digestivo: Tu Fábrica Personal de Nutrientes
Tu sistema digestivo funciona como una cadena de montaje súper eficiente. Está formado por dos partes principales: el tubo digestivo (por donde viaja la comida) y las glándulas digestivas (que producen jugos especiales para procesar los alimentos).
La boca es tu puerta de entrada. Aquí tus dientes mastican la comida mientras tu lengua, llena de papilas gustativas, la mezcla con saliva. Es el primer paso para convertir esa pizza en energía útil.
Después viene la faringe, que es como una estación de tren compartida entre el sistema digestivo y respiratorio. La epiglotis actúa como un semáforo inteligente que impide que la comida se vaya por el camino equivocado hacia tus pulmones.
El esófago es tu autopista personal de 25 cm. Gracias a los movimientos peristálticos (como ondas musculares), empuja la comida hacia abajo hasta el estómago. ¡Es tan potente que podrías tragar incluso boca abajo!
💡 Dato curioso: Tu estómago puede expandirse hasta 50 veces su tamaño vacío. ¡Por eso puedes sentirte súper lleno después de una comida grande!
El estómago es como una batidora muscular con dos puertas: el cardias (entrada) y el píloro (salida). Sus paredes musculosas mezclan la comida con ácidos potentes.
Finalmente, tienes el intestino delgado 7−8metrosplegadoscomounacordeoˊn con sus tres secciones: duodeno, yeyuno e íleon. Le sigue el intestino grueso (1,5 metros), dividido en ciego (con el famoso apéndice), colon y recto, que conecta con el exterior por el ano.