Las ondas sísmicas son vibraciones que se propagan a través de la Tierra durante un terremoto, permitiéndonos estudiar el interior de nuestro planeta.
Las ondas primarias (P) y ondas secundarias (S) son los dos tipos principales de ondas sísmicas internas. Las ondas P se mueven más rápido y pueden atravesar tanto sólidos como líquidos, comprimiendo y dilatando el material por donde pasan. Las ondas S, más lentas, solo viajan por medios sólidos y hacen que las partículas se muevan perpendicularmente a la dirección de propagación. En la superficie terrestre encontramos las Ondas Love y Rayleigh, que causan movimientos más destructivos.
El estudio de estas ondas nos ha permitido desarrollar dos modelos principales para entender la estructura interna de la Tierra: el modelo geoquímico y el modelo geodinámico. El modelo geoquímico divide la Tierra según su composición química, mientras que el geodinámico lo hace según sus propiedades físicas. El manto superior se encuentra entre 30-400 km de profundidad y está compuesto principalmente por silicatos de magnesio y hierro en estado sólido pero plástico. El manto inferior se extiende hasta los 2900 km y presenta mayor densidad y temperatura. Las discontinuidades entre estas capas son zonas donde las propiedades de las rocas cambian bruscamente, afectando la velocidad y comportamiento de las ondas sísmicas. Esta información es fundamental para comprender los procesos geológicos que ocurren en el interior de nuestro planeta.