Las Moléculas Orgánicas: Los Ladrillos de la Vida
Tu cuerpo funciona gracias a cuatro tipos principales de biomoléculas orgánicas, cada una con trabajos específicos y vitales.
Los glúcidos son tu combustible principal. La glucosa que obtienes de los alimentos se quema para darte energía inmediata. Los dulces que comes (disacáridos) te dan energía rápida, mientras que el almidón de la pasta o el pan (polisacáridos) te proporciona energía a largo plazo.
Los lípidos son mucho más que "grasas". Sí, almacenan energía (¡el doble que los glúcidos!), pero también forman las membranas de tus células. El colesterol, aunque tenga mala fama, es esencial para que tus células funcionen correctamente.
Las proteínas son las verdaderas trabajadoras de tu cuerpo. Están formadas por aminoácidos - necesitas 20 tipos diferentes, pero solo puedes fabricar 12, los otros 8 debes obtenerlos de la comida. Las proteínas controlan reacciones químicas, te defienden de enfermedades, transportan oxígeno y forman tus músculos.
💡 Importante: Cuando las proteínas pierden su forma (se desnaturalizan), dejan de funcionar. ¡Por eso la fiebre muy alta es peligrosa!
Los ácidos nucleicos (ADN y ARN) son tu biblioteca genética. El ADN guarda toda la información necesaria para tu supervivencia y puede copiarse a sí mismo. El ARN toma partes de esa información para fabricar las proteínas que necesitas.