El sistema respiratorio y el aparato digestivo son sistemas vitales que trabajan en conjunto con el corazón para mantener la vida.
El sistema respiratorio y sus partes comprende las vías respiratorias superiores e inferiores. Las fosas nasales, faringe y laringe filtran, calientan y humedecen el aire antes de que llegue a los pulmones. Durante el recorrido del aire en el sistema respiratorio, el oxígeno pasa por los bronquios y bronquiolos hasta llegar a los alvéolos, donde ocurre el intercambio gaseoso. Las 3 funciones del sistema respiratorio principales son: el intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono), la regulación del pH sanguíneo y la producción de sonidos para el habla.
El proceso digestivo paso a paso inicia en la boca con la masticación y continúa a través del esófago hasta el estómago. Las partes del aparato digestivo y sus funciones incluyen el estómago, que secreta ácidos y enzimas para descomponer los alimentos, el intestino delgado donde ocurre la mayor parte de la absorción de nutrientes, y el intestino grueso que absorbe agua y elimina los desechos. El corazón humano, ubicado ligeramente hacia la izquierda del tórax, bombea sangre oxigenada a través de sus cuatro cámaras: dos aurículas y dos ventrículos. Las partes del corazón y sus funciones están diseñadas para mantener la circulación sanguínea unidireccional mediante válvulas. El corazón está protegido por tres capas del corazón: pericardio, miocardio y endocardio, cada una con funciones específicas para mantener el funcionamiento cardíaco óptimo. La función del corazón principal es bombear sangre oxigenada a todo el cuerpo y recoger la sangre desoxigenada para enviarla a los pulmones, manteniendo así el ciclo vital.