La teoría celular y la teoría de la evolución son dos pilares fundamentales de la biología moderna que explican la organización y el desarrollo de la vida.
Los principios teoría celular establecen que todos los seres vivos están formados por células, siendo estas las unidades básicas de estructura y función. Los científicos que contribuyeron en la teoría celular incluyen a Robert Hooke, quien observó por primera vez las células en 1665, seguido por Matthias Schleiden y Theodor Schwann, quienes establecieron que tanto plantas como animales están compuestos por células. Rudolf Virchow completó la teoría al afirmar que toda célula proviene de otra célula preexistente. Los 3 postulados de la teoría celular fundamentales son: la célula es la unidad estructural de la vida, la célula es la unidad funcional de la vida, y toda célula proviene de otra célula.
En cuanto a la teoría de la evolución, existen diferencias significativas entre la teoría de Lamarck vs Darwin. El Lamarckismo propone la herencia de caracteres adquiridos y la ley del uso y desuso, mientras que el Darwinismo se basa en la selección natural. La teoría de Darwin explica que las especies evolucionan a través de la supervivencia del más apto, donde los organismos mejor adaptados tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse. Los ejemplos de selección natural incluyen la resistencia a antibióticos en bacterias y el cambio en el color del pelaje de las liebres árticas según la estación. La teoría de la evolución de Darwin sigue siendo aceptada y respaldada por evidencia científica moderna, mientras que el Lamarckismo ha sido desacreditado debido a que los cambios adquiridos durante la vida de un organismo no se transmiten genéticamente a la descendencia. La comprensión actual de la evolución integra los principios darwinianos con los conocimientos de la genética moderna, explicando cómo las mutaciones aleatorias y la selección natural impulsan el cambio evolutivo.