Las condiciones internas de nuestro organismo pueden alterarse debido a cambios que provienen tanto del interior del cuerpo como del exterior. Estos cambios son señales que reciben el nombre de estímulos. La función de celación es la responsable de que los seres vivos podamos interactuar con el medio, a través del procesamiento de los estímulos que recibimos tanto del interior de nuestro cuerpo como del medio ambiente y de la elaboración de respuestas.
La Ruta Principal
La ruta principal para el procesamiento de estímulos es la siguiente:
Estímulo
Receptor
Centro nervioso
Efectores
Los estímulos son percibidos por los receptores sensoriales y son transmitidos hasta los centros nerviosos, donde se elabora y analiza una respuesta que es transportada hacia los efectores.
Dependiendo del tipo de efecto, podemos diferenciar dos respuestas:
- Respuesta motora: Genera un movimiento.
- Respuesta secretora: Segrega una hormona.
Los Sistemas de Coordinación
Para mantener las condiciones internas se necesita la actividad conjunta de dos o más órganos, sistemas o aparatos. Hay dos sistemas para coordinar todas estas acciones:
- Sistema nervioso: Recibe y transporta información de forma rápida y poco duradera, mediante impulsos eléctricos que se procesan en los centros nerviosos.
- Sistema endocrino: Formado por glándulas que segregan hormonas, las cuales son transportadas por la sangre hasta las células sobre las que actúan. Sus respuestas son duraderas, aunque su velocidad de acción es más lenta.
Los Receptores Sensoriales
Los receptores sensoriales son estructuras nerviosas especializadas en captar información que viene tanto del medio interno como del externo. Cuando los receptores reciben un estímulo, lo transforman en un impulso eléctrico que es transmitido a través de los nervios hasta los centros nerviosos, donde la información se procesa. Cuando somos conscientes de lo que percibimos, lo llamamos "sensación".
Tipos de Receptores Sensoriales
Los receptores se distribuyen por todo el cuerpo y se clasifican según donde se localicen:
- Receptores internos: Están en el interior del organismo (músculos u órganos internos) y se encargan de informar del estado general del organismo.
- Receptores externos: Están en toda la superficie del cuerpo y recogen los estímulos del exterior.
Según el tipo de estímulo que captan, se clasifican en:
- Quimiorreceptores: Sensibles a las sustancias químicas, presentes en líquidos o disueltas en el aire. Se localizan principalmente en la nariz y en la lengua.
- Mecanorreceptores: Detectan los estímulos físicos y se encuentran en la piel y en el oído.
- Termorreceptores: Detectan el cambio de temperatura y se distribuyen por toda la piel.
- Fotorreceptores: Sensibles a la luz y nos permiten distinguir colores. Se localizan en la retina.
- Nociceptores: Sensibles a grandes presiones y a otros estímulos que pueden provocar daños. Son responsables del dolor y se encuentran por todo el cuerpo.
Los Órganos de los Sentidos
Los seres humanos tenemos cinco sentidos: la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto.
El Sentido de la Vista
Los estímulos luminosos son captados por los ojos, formados por el globo ocular y unos elementos anexos. El globo ocular está compuesto por tres capas: esclerótica, córnea y retina.
Funcionamiento del Ojo
La luz entra en el ojo por la córnea, que dirige los rayos luminosos hacia un único punto. Los rayos luminosos reflejados por los objetos atraviesan la córnea, el humor acuoso y llegan al cristalino. El cristalino permite el enfoque de las imágenes, proceso conocido como acomodación. La imagen formada en la retina es captada por los fotorreceptores y convertida en impulsos nerviosos, que son conducidos por el nervio óptico hasta el cerebro, donde se interpreta y percibe la imagen.
El Sentido del Tacto
La piel está formada por dos capas: la epidermis, la capa más superficial formada por tejido epitelial, y la dermis, la capa más interna donde se localizan los receptores responsables del tacto, como los corpúsculos táctiles y las terminaciones nerviosas.