Anatomía del Sistema Esquelético Humano
El sistema esquelético humano es una estructura compleja que proporciona soporte, protección y movimiento al cuerpo. Los huesos que lo componen se organizan de manera precisa para permitir una amplia gama de movimientos y funciones vitales.
El esqueleto axial, que forma el eje central del cuerpo, incluye la columna vertebral, el esternón y las costillas. La columna vertebral es particularmente importante ya que protege la médula espinal y permite la flexibilidad del tronco. El esternón, junto con las costillas, forma la caja torácica que resguarda órganos vitales como el corazón y los pulmones.
En las extremidades superiores, encontramos huesos fundamentales como la clavícula, el húmero, el cúbito y el radio. Estos se conectan con los huesos del carpo, metacarpo y las falanges en las manos, permitiendo movimientos precisos y delicados. La escápula u omóplato sirve como punto de anclaje para músculos importantes.
Definición: El esqueleto apendicular incluye los huesos de las extremidades y las cinturas escapular y pélvica, que permiten la conexión con el esqueleto axial.
Las extremidades inferiores están compuestas por huesos robustos como el fémur, la tibia y el peroné. La pelvis, formada por el ilion, isquion y pubis, proporciona estabilidad y soporte al cuerpo. Los huesos del tarso, metatarso y falanges en los pies son esenciales para la locomoción y el equilibrio.