Circulación pulmonar y general
El sistema circulatorio humano se divide en dos circuitos principales: la circulación pulmonar (o menor) y la circulación general (o mayor). Ambos circuitos son esenciales para mantener el flujo constante de sangre oxigenada y desoxigenada en el cuerpo.
Circulación pulmonar (menor):
Este circuito se encarga del intercambio de gases entre la sangre y los pulmones. Consta de dos fases principales:
- La sangre sale del ventrículo derecho por la arteria pulmonar, que se ramifica en dos, una para cada pulmón.
- Después del intercambio de gases en los pulmones, la sangre oxigenada regresa a la aurícula izquierda a través de cuatro venas pulmonares, dos por cada pulmón.
Highlight: En la circulación pulmonar, las arterias llevan sangre desoxigenada y las venas llevan sangre oxigenada, lo contrario a lo que ocurre en la circulación general.
Circulación general (mayor):
Este circuito distribuye la sangre entre el corazón y todos los órganos del cuerpo, suministrando oxígeno y nutrientes a las células y retirando dióxido de carbono y otros desechos. El proceso incluye:
- La sangre oxigenada sale del ventrículo izquierdo por la arteria aorta.
- La aorta se ramifica en arterias más pequeñas que llevan la sangre a todos los órganos y tejidos del cuerpo.
- En los capilares, se produce el intercambio de sustancias entre la sangre y las células.
- La sangre desoxigenada y con desechos regresa al corazón a través de las venas, entrando en la aurícula derecha por las venas cavas superior e inferior.
Example: Cuando haces ejercicio, la circulación general aumenta su flujo para proporcionar más oxígeno y nutrientes a los músculos en actividad.
El recorrido de la sangre en el sistema circulatorio completo sigue este esquema:
- Ventrículo derecho → Arterias pulmonares → Pulmones
- Pulmones → Venas pulmonares → Aurícula izquierda
- Aurícula izquierda → Ventrículo izquierdo → Arteria aorta
- Aorta → Arterias → Capilares (intercambio con tejidos)
- Capilares → Venas → Venas cavas → Aurícula derecha
Definition: El sistema circulatorio humano es un circuito cerrado que permite que la sangre circule continuamente, asegurando que todas las células del cuerpo reciban los nutrientes y el oxígeno necesarios.
Este sistema complejo y eficiente asegura que todas las partes del cuerpo reciban un suministro constante de sangre oxigenada y se eliminen los desechos metabólicos, manteniendo así la homeostasis del organismo.