De la Faringe al Estómago
Después de la boca, el alimento pasa por la faringe (la garganta), que conecta con el esófago, las fosas nasales, la laringe y el oído medio. El esófago es un tubo que mueve el alimento hacia el estómago mediante movimientos ondulantes llamados peristálticos.
En el estómago, el bolo alimenticio se mezcla con jugos gástricos formando el quimo. Este órgano tiene dos válvulas importantes: el cardias, que impide que la comida regrese al esófago, y el píloro, que conecta con el intestino delgado.
El intestino delgado, con más de 6 metros, está dividido en tres tramos: duodeno, yeyuno e íleon. Su interior está repleto de vellosidades intestinales que aumentan enormemente la superficie de absorción. Estas vellosidades tienen a su vez pliegues más pequeños llamados microvellosidades.
🔍 Las vellosidades intestinales son como una toalla superplegada dentro de tu intestino. Si las extendieras, ¡cubrirían una superficie del tamaño de una cancha de tenis!