Tema 3: Glúcidos - Todo lo que necesitas saber
¿Sabías que cada vez que comes pasta o fruta estás consumiendo diferentes tipos de glúcidos? Estos carbohidratos tienen la fórmula básica (CH₂O)n y se forman por un grupo carbonilo más varios hidroxilos.
Los monosacáridos son los más simples y actúan como bloques de construcción. La glucosa es el ejemplo perfecto: es cristalina, blanca, muy soluble en agua y tu cerebro la adora. Pueden ser aldosas (con grupo aldehído) o cetosas (con grupo cetónico).
Sus propiedades más importantes incluyen su alta solubilidad en agua, su capacidad de oxidarse fácilmente y su poder reductor. También presentan isomería, lo que significa que pueden tener diferentes formas espaciales con las mismas fórmulas.
¡Dato curioso! La diferencia entre α y β en la estructura puede cambiar completamente las propiedades del azúcar.
La ciclación es clave: cuando se forman anillos, aparecen las formas piranosas (6 átomos) y furanosas (5 átomos). El carbono anomérico determina si tenemos la forma α o β.
Los oligosacáridos incluyen disacáridos famosos como la maltosa glucosa−glucosa, sacarosa glucosa−fructosa y lactosa glucosa−galactosa. Cada uno tiene enlaces específicos que determinan sus propiedades.
Los polisacáridos son los gigantes. El almidón y glucógeno almacenan energía, mientras que la celulosa y quitina forman estructuras resistentes. Los heterósidos combinan glúcidos con otras moléculas, creando glucoproteínas y glucolípidos esenciales para tu organismo.
Sus funciones van desde darte energía inmediata hasta formar las paredes celulares de las plantas. ¡Son realmente los todoterrenos de la bioquímica!