Arte renacentista: El arte renacentista se desarrolla en los siglos XV y XVI en Europa, con su comienzo marcado por la caída de Constantinopla en 1453. Se caracteriza por la recuperación del legado de la Antigüedad clásica grecorromana.

Nuevo Pensamiento y Cultura: Durante el Renacimiento, se produce una nueva mentalidad marcada por el humanismo, revalorizando la razón humana frente al teocentrismo medieval y una concepción de la naturaleza y la belleza. La cultura se seculariza, dejando atrás el monopolio del clero.

Periodización y Arquitectura: El Renacimiento se divide en el Quattrocento o Siglo XV, y el Cinquecento o Siglo XVI. En arquitectura, se caracteriza por la concepción del edificio en dos partes y la recuperación de los órdenes arquitectónicos.

El Quattrocento: Destacan dos máximos representantes: Brunelleschi, un innovador que rompe con el Gótico y se inspira en la Antigüedad clásica, y Alberti, con una importante labor teórica en este período.

Legado del Renacimiento: El arte renacentista marcó una nueva concepción estética y filosófica que dejó un legado duradero en la cultura europea, con una influencia extendida en Europa.