El Modernisme: Revolución Artística y Social
El modernisme fue mucho más que una moda literaria: fue una revolución cultural completa. Los escritores modernistas querían superar el atraso cultural de la época y crear una cultura europea moderna que pudiera competir con el resto del continente.
Estos autores tenían una obsesión: la belleza de la forma pura. En poesía, Joan Maragall desarrolló el simbolismo, donde cada palabra tenía un significado oculto y emocional. Los poetas huían de la realidad industrial y buscaban espacios naturales y emotivos.
En narrativa, Víctor Català se especializó en mostrar la tensión entre el individuo y su ambiente. Sus personajes luchaban constantemente contra una sociedad que limitaba su libertad, describiendo con gran detallismo la realidad más cruda y los sentimientos más profundos.
¡Dato curioso! Los modernistas rechazaban completamente la comercialización del arte. Para ellos, el arte debía ser puro y no estar influenciado por el dinero.
El teatro modernista tenía dos corrientes principales: Santiago Rusiñol representaba el esteticismo (arte por el arte), mientras que Joan Puig i Ferreter apostaba por el regeneracionismo, usando obras de denuncia social para transformar la sociedad.