Procesos Osmóticos en Sistemas Biológicos y sus Aplicaciones
Los conceptos básicos de disoluciones en física y química son fundamentales para entender los procesos osmóticos en los seres vivos. La ósmosis permite que las células intercambien sustancias vitales con su entorno, facilitando tanto la absorción de nutrientes como la eliminación de desechos. Este proceso depende directamente de las concentraciones de solutos en los medios intracelular y extracelular.
Definición: La ósmosis es el movimiento de moléculas de agua a través de una membrana semipermeable, desde una región de mayor concentración de agua hacia una de menor concentración.
Las células responden de manera diferente según el medio que las rodea. En un medio isotónico, donde las concentraciones son iguales dentro y fuera de la célula, esta mantiene su forma y funciones normales. Sin embargo, en un medio hipotónico, con menor concentración de solutos que el interior celular, la célula absorbe agua y puede sufrir turgencia. Por el contrario, en un medio hipertónico, la célula pierde agua y experimenta plasmólisis, un proceso que puede resultar fatal.
Ejemplo: Una célula vegetal en agua pura (medio hipotónico) absorberá agua hasta que la presión de turgencia equilibre la presión osmótica. La pared celular rígida evita que la célula explote, a diferencia de lo que ocurriría con una célula animal.
La presión osmótica, descrita por Van't Hoff, sigue una ecuación similar a la ley de los gases ideales: π·V = n·R·T. Esta relación permite calcular cuantitativamente la presión osmótica (π) en función del volumen de la disolución (V), el número de moles de soluto (n), la constante de los gases ideales (R) y la temperatura absoluta (T).