Números de oxidación: La clave de todo

Los números de oxidación son como las "cargas eléctricas" que tienen los átomos cuando forman compuestos. Piénsalo así: algunos elementos prefieren dar electrones (número positivo) y otros prefieren recibirlos (número negativo).

La razón detrás de esto es simple: todos los átomos quieren parecerse a los gases nobles, que son súper estables porque tienen su capa de electrones completa. Es como si fuera la "zona de confort" de los átomos.

Algunos números importantes que debes memorizar: los metales del grupo 1 siempre tienen +1, los del grupo 2 tienen +2, y el oxígeno casi siempre tiene -2. Los halógenos como el cloro pueden tener -1 cuando se combinan con metales.

💡 Truco: Los metales de transición como el hierro pueden tener varios números de oxidación, ¡por eso aparecen números romanos en sus nombres!

Las reglas básicas de formulación

Formular compuestos es más fácil de lo que parece si sigues dos reglas fundamentales. Primero, siempre escribes el elemento más metálico primero (el que está más a la izquierda en la tabla periódica).

Segundo, intercambias los números de oxidación y los pones como subíndices. Por ejemplo: si el aluminio tiene +3 y el oxígeno -2, el resultado es Al₂O₃.

La tabla de electronegatividad te ayuda a saber qué elemento va primero. Básicamente, cuanto más a la derecha y arriba esté un elemento en la tabla periódica, más electronegativo es.

También necesitas conocer algunas raíces latinas para ciertos elementos: el hierro se convierte en "ferr-", el cobre en "cupr-", y el azufre en "sulf-". ¡Es como aprender algunos nombres en latín!

💡 Importante: Siempre simplifica los subíndices cuando sea posible. Fe₂O₂ se convierte en FeO.

Sustancias simples: Los elementos en solitario

Las sustancias simples están formadas por átomos del mismo elemento. Es el caso más básico que puedes encontrar en química.

Muchos elementos aparecen en la naturaleza como moléculas de dos átomos: H₂ (hidrógeno), O₂ (oxígeno), Cl₂ (cloro). Para nombrarlos usas prefijos: "dihidrógeno", "dioxígeno", "dicloro".

El ozono (O₃) es un caso especial porque tiene tres átomos de oxígeno. Su nombre sistemático sería "trioxígeno", pero todo el mundo lo conoce como ozono.

💡 Dato curioso: Los gases nobles como el helio o el neón aparecen como átomos individuales porque ya son estables por sí solos.

Óxidos: Cuando el oxígeno se combina

Los óxidos son compuestos del oxígeno con cualquier otro elemento (excepto los halógenos). Son súper comunes y fáciles de reconocer porque siempre llevan oxígeno.

La fórmula general es X₂Oₓ, donde X es el otro elemento. El oxígeno siempre actúa con número de oxidación -2, mientras que el otro elemento usa sus números positivos.

Para nombrarlos tienes dos opciones: usar prefijos multiplicadores (trióxido de dihierro) o indicar el número de oxidación entre paréntesis (óxido de hierro(III)). Ambas formas son correctas.

Recuerda que el prefijo "mono-" generalmente se omite para evitar nombres demasiado largos. Solo se usa cuando puede haber confusión.

💡 Tip de examen: Si ves Fe₂O₃, puedes nombrarlo como "trióxido de dihierro" o "óxido de hierro(III)". ¡Las dos formas valen!

Haluros de oxígeno: La excepción a la regla

Los haluros de oxígeno son una excepción especial: aquí el oxígeno se combina con elementos del grupo 17 (F, Cl, Br, I, At). En estos compuestos, el oxígeno va primero en la fórmula.

El truco está en que el oxígeno sigue teniendo -2, pero ahora los halógenos usan sus números de oxidación positivos. Por eso obtienes fórmulas como OCl₂ o OBr₂.

Para nombrarlos, solo usas prefijos multiplicadores: "dicloruro de oxígeno", "dibromuro de trioxígeno". Es más simple que con los óxidos normales.

Estos compuestos son menos comunes en la vida cotidiana, pero aparecen frecuentemente en los exámenes porque ponen a prueba si realmente entiendes las reglas.

💡 Recuerda: En los haluros de oxígeno, el oxígeno va PRIMERO en la fórmula, no al final como en los óxidos normales.

Peróxidos e hidruros metálicos

Los peróxidos contienen el ion peróxido O₂²⁻, donde cada oxígeno tiene número de oxidación -1 $no -2 como es habitual$. La clave es que nunca puedes simplificar el subíndice 2 del oxígeno.

Por ejemplo, FeO₂ es un peróxido, no un óxido normal. Puedes nombrarlo como "dióxido de hierro" o "peróxido de hierro(II)".

Los hidruros metálicos son combinaciones de metales con hidrógeno, donde el hidrógeno actúa con -1. La fórmula general es XHₓ.

Se nombran igual que los óxidos: "trihidruro de hierro" o "hidruro de hierro(III)". Son compuestos importantes en la industria para almacenar hidrógeno.

💡 Diferencia clave: En FeO₂, si es peróxido, el hierro tiene +2; si fuera óxido normal, tendría +4.

Hidruros no metálicos: Casos especiales

Los hidruros no metálicos se dividen en dos grupos importantes. Los del grupo 13-15 se formulan como los metálicos, pero aquí el hidrógeno tiene +1 y el no metal su número negativo.

Tienen nombres especiales llamados nomenclatura de sustitución: NH₃ es "azano", PH₃ es "fosfano", CH₄ es "metano". Estos nombres son como "apellidos de familia" que debes memorizar.

Los hidruros de los grupos 16-17 son los hidrácidos. Su fórmula general es HₓX, y tienen dos formas de nombrarse: como "sulfuro de hidrógeno" o como "ácido sulfhídrico".

Los hidrácidos son importantes porque muchos son ácidos fuertes, como el HCl (ácido clorhídrico) que se usa en los laboratorios.

💡 Para recordar: Si el compuesto está en solución acuosa, usa "ácido...hídrico". Si está puro, usa "...uro de hidrógeno".

Sales binarias: Metales con no metales

Las sales binarias son combinaciones de un metal con un no metal, sin hidrógeno ni oxígeno. Son los compuestos más directos de formular.

La fórmula general es XₐAₓ, donde el metal va primero. El no metal siempre usa su número de oxidación negativo, mientras que el metal puede usar cualquiera de sus números positivos.

Para nombrarlas, cambias la terminación del no metal por "-uro": FeN es "nitruro de hierro" o "nitruro de hierro(III)". Es similar a los hidruros pero con diferentes elementos.

Ejemplos comunes incluyen NaCl (cloruro de sodio, la sal de mesa) y CaF₂ (fluoruro de calcio, usado en pastas de dientes).

💡 Truco: Si no estás seguro del número de oxidación del metal, calcúlalo usando el hecho de que la carga total debe ser cero.

Hidróxidos: Bases importantes

Los hidróxidos contienen el grupo OH⁻ (ion hidroxilo) combinado con un metal. Son las bases más comunes en química y tienen la fórmula general X(OH)ₓ.

El grupo OH siempre actúa con -1, así que el número de grupos OH te dice directamente el número de oxidación del metal. Si tienes Ca(OH)₂, el calcio tiene +2.

Se nombran como "hidróxido de..." seguido del nombre del metal. Si el metal tiene varios números de oxidación, añades el número romano: "hidróxido de hierro(II)".

Los hidróxidos son bases porque liberan iones OH⁻ en solución, lo que los hace útiles para neutralizar ácidos. El hidróxido de sodio (NaOH) es uno de los más conocidos.

💡 Aplicación práctica: El hidróxido de magnesio Mg(OH)₂ es el componente activo de muchos antiácidos.

Oxoácidos: Los ácidos más complejos

Los oxoácidos contienen hidrógeno, un elemento central (generalmente no metal), y oxígeno. Su fórmula general es HₐXᵦOᶜ, y son los ácidos más importantes en química.

Para formular un oxoácido, puedes usar un truco: toma el óxido del elemento central y añádele agua. Por ejemplo, SO₃ + H₂O = H₂SO₄ (ácido sulfúrico).

El número de oxidación del elemento central se calcula multiplicando el número de oxígenos por 2 y restando el número de hidrógenos. En HClO₄, el cloro tiene +7.

Los oxoácidos del cloro son un ejemplo perfecto: HClO $cloro +1$, HClO₂ $cloro +3$, HClO₃ $cloro +5$, HClO₄ $cloro +7$. Cada uno tiene propiedades diferentes.

💡 Método rápido: Si conoces el óxido, solo añade H₂O para obtener el oxoácido. ¡Es como una receta de cocina química!