Las Grandes Teorías: Voluntad e Instinto
La teoría de la voluntad igualaba motivación con voluntad, identificando los actos volitivos como elección, esfuerzo y resistencia. Sin embargo, resultó ser una facultad mal comprendida que dependía de capacidades innatas, sensaciones y experiencias vitales.
Darwin introdujo la teoría del instinto, proponiendo que gran parte de la conducta era innata y automatizada. Los instintos se expresaban a través de reflejos fisiológicos heredados que ayudaban a la adaptación.
McDougall definió los instintos como fuerzas irracionales e impulsivas que orientaban hacia metas particulares. Según él, sin instintos los humanos serían seres inertes sin impulso alguno. Esta teoría tuvo un gran problema: la lista de instintos llegó a los 6.000, volviéndose especulativa y circular.
Crítica importante: Cualquier acción se explicaba con un instinto ("las personas son agresivas porque tienen instinto de pelea"), lo que no explicaba realmente nada.