Marco normativo básico y organismos públicos

Tu seguridad laboral está respaldada por un sistema de leyes que va desde Europa hasta tu empresa local. Todo parte de la Directiva Marco 89/391/CEE europea y nuestra Constitución de 1978, que se combinan en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL).

A nivel internacional, la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo busca hacer más seguros los lugares de trabajo en toda Europa. Es una organización donde cooperan gobiernos, empresarios y trabajadores.

En España tienes dos organismos clave que velan por ti. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) te proporciona ayuda técnica, elabora guías útiles para implementar medidas preventivas y realiza actividades de formación e investigación.

La Inspección de Trabajo es quien vigila que se cumplan las normas. Pueden visitar empresas, paralizar actividades peligrosas y elaborar informes sobre accidentes graves. Si algo va mal en tu futuro trabajo, estos son los organismos que pueden ayudarte.

Dato importante: Si detectas un riesgo grave en tu trabajo, la Inspección puede ordenar paralizar la actividad inmediatamente para protegerte.

Derechos y deberes de las empresas

Las empresas tienen la responsabilidad total de garantizar tu seguridad y salud. No es opcional: es obligatorio por ley. Deben integrar la actividad preventiva en todas las fases de trabajo y asumir todos los costes sin cargárselos al trabajador.

En cuanto a ti como trabajador, tienen que informarte y formarte sobre todos los riesgos de tu puesto y del centro de trabajo. También deben enseñarte a usar máquinas, herramientas y equipos de protección, además de explicarte cómo actuar en emergencias.

Las empresas deben consultar y permitir tu participación en temas de prevención a través de representantes. Te tienen que facilitar equipos de protección adecuados y vigilar tu salud de forma periódica.

Con respecto al centro de trabajo, deben elaborar un plan de prevención propio, organizar recursos preventivos e investigar cualquier accidente. También deben adoptar medidas para emergencias y conservar toda la documentación específica. Si hay varias empresas trabajando juntas, deben coordinarse en materia de prevención.

Recuerda: La empresa debe proporcionarte GRATIS todos los equipos de protección. Si te piden que los pagues tú, están incumpliendo la ley.

Principios y técnicas de prevención

La prevención sigue una jerarquía lógica: primero evitar los riesgos completamente, luego evaluar los que no se puedan evitar. Es mejor combatir el problema en su origen que donde se transmite.

Los puestos deben adaptarse a las personas, no al revés. Hay que considerar la evolución técnica: los avances pueden eliminar riesgos antiguos, pero también crear otros nuevos. Siempre se debe sustituir lo peligroso por lo seguro y planificar la prevención de forma integral.

Las técnicas de prevención se dividen en cuatro áreas principales. La seguridad en el trabajo evita accidentes laborales y reduce sus consecuencias. La higiene industrial actúa sobre contaminantes ambientales para prevenir enfermedades profesionales.

La ergonomía adapta el puesto de trabajo a tus condiciones físicas y psicológicas para optimizar seguridad y comodidad. La psicosociología aplicada evita daños psicológicos por el trabajo y su organización. Finalmente, la medicina laboral mantiene tu salud óptima mediante vigilancia sanitaria, educación y investigación epidemiológica.

Principio clave: Siempre se prioriza la protección colectiva sobre la individual. Mejor proteger a todos que solo a uno.

Representación de los trabajadores

Como trabajador tienes derecho a participar en todo lo relacionado con tu seguridad y salud. Esta participación se canaliza a través de los delegados de prevención y el comité de seguridad y salud.

Los delegados de prevención son elegidos por y entre los representantes de los trabajadores. Su número depende del tamaño de la empresa: desde 1 delegado en empresas de hasta 49 trabajadores, hasta números mayores en empresas más grandes.

El comité de seguridad y salud se constituye obligatoriamente en centros con 50 o más trabajadores. Es un órgano colegiado formado por los delegados de prevención y representantes del empresario, donde todos actúan conjuntamente.

Los delegados tienen competencias importantes: colaborar con la empresa en mejorar la prevención, promover la cooperación de los trabajadores y vigilar que se cumpla la normativa. También pueden acompañar a técnicos e inspectores en sus visitas, recibir información sobre accidentes y realizar visitas de control.

Tu derecho: En empresas de más de 50 trabajadores, siempre debe existir un comité de seguridad y salud que vele por tus intereses.

Competencias y facultades de los delegados

Los delegados de prevención son tus representantes directos en materia de seguridad. Sus competencias incluyen colaborar con la dirección para mejorar la prevención, promover la cooperación de los trabajadores y ser consultados por el empresario en todas las decisiones preventivas.

Su función de vigilancia y control es fundamental: comprueban que se cumple la normativa de prevención en tu centro de trabajo. No son simples observadores, tienen poder real para actuar.

Entre sus facultades destacan poder acompañar a técnicos de prevención e inspectores de trabajo en sus visitas. Tienen derecho a recibir información completa sobre accidentes y daños a la salud, así como acceso a documentación sobre condiciones de trabajo.

Pueden realizar visitas de inspección a cualquier zona del centro de trabajo y comunicarse contigo durante la jornada, siempre que no alteren la producción. También formulan propuestas preventivas al empresario y pueden proponer la paralización de actividades en caso de riesgo grave e inminente.

Dato crucial: Los delegados pueden proponer paralizar el trabajo si hay riesgo grave e inminente. Tu seguridad está por encima de la producción.

Medidas de protección individual (EPI)

Las medidas de protección no eliminan el riesgo, pero evitan o reducen sus consecuencias actuando sobre ti como trabajador. Siempre se priorizan las medidas colectivas (protegen a todos simultáneamente) sobre las individuales (solo te protegen a ti).

Los Equipos de Protección Individual (EPI) son cualquier equipo que llevas puesto para protegerte de riesgos laborales, incluyendo complementos y accesorios. La empresa debe proporcionártelos gratis, informarte sobre su uso y enseñarte a utilizarlos correctamente.

Como trabajador, tienes obligaciones específicas: utilizarlos y cuidarlos correctamente según tu formación e instrucciones del empresario. Debes colocarlos en su lugar después de usarlos e informar inmediatamente de cualquier defecto o daño.

Los EPI deben tener características específicas: protección eficaz, estar homologados con marca CE, ser de uso personal y utilizarse según instrucciones del fabricante. Si necesitas varios EPI simultáneamente, deben ser compatibles entre sí.

No se consideran EPI la ropa de trabajo normal, uniformes sin función protectora, equipos de socorro, material deportivo o aparatos de detección de riesgos.

Importante: Si tu empresa no te proporciona EPI gratuitos o no te forma en su uso, está incumpliendo la ley. Es tu derecho exigirlo.

Tipos de equipos de protección individual

Los EPI cubren todo tu cuerpo de cabeza a pies. Para la cabeza tienes cascos de seguridad para obras y construcción, cascos contra choques e impactos, protección contra choque eléctrico y cascos especializados contra fuego o productos químicos.

Para proteger tus oídos dispones de orejeras y tapones. Los ojos y la cara se protegen con gafas de diferentes tipos, pantallas faciales y pantallas especiales para soldadura.

El sistema respiratorio es crucial: equipos filtrantes, aislantes del aire libre con suministro de aire, dispositivos de autorrescate y equipos de buceo. Para la piel existen cremas y pomadas protectoras.

Las manos y brazos se protegen con guantes especializados: contra perforaciones, cortes, vibraciones, agresiones químicas, eléctricas o térmicas. También manoplas, manguitos, mangas y dediles según la necesidad específica.

Para pies y piernas: calzado de seguridad, protección contra calor, frío o electricidad, protectores del empeine, suelas amovibles y rodilleras.

Consejo práctico: Cada tipo de trabajo requiere EPI específicos. No improvises: usa solo el equipo homologado para tu actividad concreta.

Protección corporal y señalización

Para el tronco y abdomen tienes chalecos, chaquetas y mandiles contra agresiones mecánicas, chalecos salvavidas, mandiles contra rayos X, cinturones de sujeción y fajas antivibraciones.

La protección total del cuerpo incluye equipos contra caídas de altura, arneses, cinturones de sujeción y ropa especializada contra agresiones mecánicas, químicas, proyecciones de metales, radiaciones y temperatura. También ropa antipolvo, antigás y de señalización.

Las señales de seguridad combinan formas geométricas y colores con significados específicos. El rojo indica prohibición (circular) o lucha contra incendios (rectangular), el amarillo/naranja señala advertencia (triangular), el azul marca obligación (circular) y el verde indica salvamento (rectangular).

Cada señal tiene porcentajes específicos de color: las de prohibición necesitan 35% de superficie roja, las de advertencia y obligación 50% de su color correspondiente, y las de lucha contra incendios y salvamento mínimo 50%.

Para desniveles y obstáculos se usan franjas alternas amarillas y negras inclinadas 45° con dimensiones similares.

Truco visual: Recuerda los colores: rojo=peligro/prohibición, amarillo=cuidado, azul=obligatorio, verde=seguridad. Te ayudará toda la vida laboral.