Protección Frente al Fuego: No Te Quemes
Los incendios no solo queman: los vapores tóxicos asfixian, el humo te ciega y el pánico te puede matar. Por eso la prevención es clave.
Para prevenir, actúa sobre tres elementos: combustible (mantén limpieza y aleja materiales inflamables del calor), oxígeno (crea espacios seguros) y fuente de ignición (no fumes, revisa la instalación eléctrica).
Si hay fuego, las medidas de protección son vitales: activa la alarma, sal con calma sin coger objetos personales, cierra puertas y ventanas. Si encuentras humo, sal gateando a ras de suelo donde el aire es más limpio.
Si tu ropa arde, jamás corras. Cúbrete la cara, tírate al suelo y rueda. Si quedas atrapado, refúgiate en el lugar más bajo posible, tapa las entradas de humo y pon una prenda vistosa en la ventana como señal.
Regla de oro: En caso de incendio, tu vida vale más que cualquier objeto personal. Sal primero, preocúpate después.