La Unificación Alemana: El Nacimiento de una Potencia
Alemania llevaba siglos fragmentada en 39 estados independientes. Austria y Prusia eran los más poderosos, pero Prusia acabaría dominando el proceso unificador bajo el liderazgo de Bismarck.
El Zollverein (1834) había eliminado aranceles entre estados alemanes, creando un mercado único. Esto demostró las ventajas económicas de la unificación y preparó el terreno para la unidad política.
Bismarck utilizó tres guerras para conseguir la unificación: contra Dinamarca (1864) por dos ducados, contra Austria (1866) para marginarla del proceso, y contra Francia (1870-71) para completar la unidad alemana.
La victoria sobre Francia fue decisiva. En el Salón de los Espejos de Versalles, se proclamó el II Reich alemán con Guillermo I como emperador. Francia perdió Alsacia y Lorena, creando un resentimiento que influiría en las futuras tensiones europeas.
La unificación alemana cambió el equilibrio de poder europeo. Una Alemania unida, industrial y militarmente poderosa alteraba el statu quo establecido desde 1815.
Dato clave: La unificación alemana creó la potencia dominante en Europa continental, preparando el escenario de los conflictos del siglo XX.