Templos, Teatros y Escultura Griega
El templo griego era el corazón de la ciudad, pero no como nuestras iglesias. Los rituales se hacían fuera, el interior solo guardaba la estatua del dios. Su estructura (cella, pronaos, opistodomos) y la distribución de columnas creaban edificios perfectamente proporcionados.
Los teatros griegos aprovechaban las colinas naturales para crear una acústica perfecta. El de Epidauro sigue funcionando tan bien que puedes oír susurros desde las gradas más altas. ¡Tecnología antigua que supera a muchos teatros modernos!
La escultura griega evolucionó desde figuras rígidas tipo robot (período arcaico) hasta obras llenas de movimiento y emoción (helenismo). Fidias, Policleto y Mirón en el siglo V crearon el ideal de belleza que aún consideramos "clásico".
El helenismo rompió todas las reglas: adiós serenidad, hola drama. La Victoria de Samotracia y el Laocoonte son pura emoción esculpida. Los griegos pasaron de la perfección fría a la expresión apasionada.
Mito desmentido: Las estatuas griegas no eran blancas. Estaban policromadas (pintadas a todo color), pero el tiempo borró los pigmentos. ¡El Renacimiento se equivocó al copiar el "blanco clásico"!