La Nefrona y el Proceso de Filtración
Las nefronas son las verdaderas protagonistas del sistema renal. Cada una está formada por el glomérulo de Malpighi (un conjunto de capilares) rodeado por la cápsula de Bowman. Lo genial de este diseño es que el capilar de entrada es más grande que el de salida, creando presión extra para filtrar mejor.
Desde la cápsula de Bowman sale un conducto excretor con tres partes: el túbulo contorneado proximal, el asa de Henle y el túbulo contorneado distal. Finalmente, todo desemboca en un tubo colector compartido con las nefronas vecinas.
La filtración glomerular funciona como un colador gigante. La presión de la sangre 45−55mmHg empuja las moléculas pequeñas (agua, iones, glucosa, aminoácidos, urea) a través de las paredes del capilar hacia la cápsula de Bowman. Las moléculas grandes como células sanguíneas y proteínas se quedan en la sangre.
Tu cuerpo produce unos 180 litros de filtrado al día. Si no existiera otro proceso, tendrías que beber casi tres veces tu peso corporal en líquidos diariamente. Por suerte, existe la reabsorción tubular.
Dato curioso: El glomérulo actúa como un filtro tan eficaz que separa automáticamente lo útil de lo que debe eliminarse, ¡todo gracias a la presión sanguínea!