Continuidad de una función
¿Sabes cuándo una función es continua en un punto? Es súper sencillo: cuando el valor de la función coincide con los límites laterales en ese punto. Si alguno de estos tres valores no coincide, ya tienes discontinuidad.
Para comprobar la continuidad en x = a, tienes que calcular tres cosas: f(a), el límite por la izquierda y el límite por la derecha. Si los tres dan el mismo resultado, la función es continua ahí.
Con las funciones a trozos (esas que tienen diferentes fórmulas según el valor de x), solo tienes que estudiar la continuidad en los puntos donde cambia la fórmula. Es donde suelen aparecer los problemas.
¡Ojo! Cuando te piden hallar los valores de a y b para que una función sea continua, solo tienes que igualar los límites laterales con el valor de la función en los puntos conflictivos.