Realismo y Naturalismo
¿Te has preguntado alguna vez cómo los escritores empezaron a retratar la vida real sin fantasías románticas? El Realismo surge en la segunda mitad del siglo XIX como respuesta a los cambios sociales de España. La nueva clase media quería una literatura que hablase de sus problemas cotidianos, no de héroes imposibles.
Este movimiento no rechaza completamente el Romanticismo, sino que lo evoluciona. Mantiene el interés por lo regional y costumbrista, pero abandona lo fantástico para centrarse en la conciencia social y los conflictos reales de la sociedad.
El Naturalismo lleva estas ideas al extremo con una visión más pesimista. Se basa en el determinismo científico, donde el entorno y la herencia genética condicionan totalmente a los personajes.
¡Dato curioso! La novela realista se convierte en el primer "género de masas" accesible para todos, como las series de Netflix de hoy en día.
Autores imprescindibles: Fernán Caballero abre camino con "La Gaviota", mientras que Juan Valera defiende un realismo más idealizado en "Pepita Jiménez". Pedro Antonio de Alarcón nos regala "El sombrero de tres picos", una pieza costumbrista que aún se lee con placer.