Textos Expositivos y Argumentativos
Los textos expositivos son tu mejor amigo cuando necesitas aprender algo nuevo. Su objetivo es transmitir información de forma clara y objetiva, sin intentar convencerte de nada. Puedes encontrarlos en Wikipedia, manuales o artículos científicos.
Se organizan en introducción, desarrollo y conclusión, y usan un léxico preciso con ejemplos y conectores para que todo quede súper claro. Hay dos tipos principales: las exposiciones especializadas (para expertos) y las divulgativas (para el público general).
Los textos argumentativos van un paso más allá: quieren convencerte de algo. Su misión es defender una idea aportando razones sólidas. Los encuentras en artículos de opinión, debates políticos o cuando tus padres te explican por qué debes estudiar más.
Todo texto argumentativo tiene tres elementos clave: el tema (de qué habla), la tesis (la opinión que defiende) y los argumentos (las razones que la apoyan).
💡 Tip clave: Si el texto solo informa, es expositivo. Si trata de convencerte, es argumentativo.
Existen diferentes estructuras argumentativas: deductiva (primero la tesis, luego los argumentos), inductiva (primero argumentos, luego la tesis) y encuadrada (tesis al inicio y al final).
Los tipos de argumentos van desde datos objetivos y ejemplos concretos hasta apelaciones emocionales y citas de autoridades expertas. Reconocerlos te ayudará a analizar mejor cualquier texto argumentativo.