Las Vanguardias y la Generación del 27
Las vanguardias (segunda década del XX) rompen totalmente con la literatura anterior. Rechazan el sentimentalismo, reivindican lo fragmentario e irracional, y convierten el arte en algo autónomo que no imita la naturaleza.
En España pasan por tres etapas: primeros acercamientos con Ramón Gómez de la Serna y sus greguerías (1908-1918), dominio del creacionismo y ultraísmo (1918-1927), y rehumanización con el surrealismo (1927-1930).
La Generación del 27 equilibra tradición e innovación. Incluye a Lorca, Alberti, Salinas, Aleixandre, Guillén, Cernuda y las "Sinsombrero": Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Rosa Chacel y Carmen Conde.
Sus características: equilibrio entre lo culto y lo popular (Alberti cultiva sonetos y poesía neopopular), entre poesía pura y humanizada, entre lo universal y lo español (andalucismo lorquiano vs. universalidad de Poeta en Nueva York).
Usan sistemáticamente la metáfora, combinan versos tradicionales con verso libre, y tratan temas como amor, lucha entre realidad y deseo, ansia de plenitud y denuncia social.
Generación única: El 27 es probablemente el grupo poético más brillante de la literatura española, comparable a los grandes momentos del Siglo de Oro.