La venganza fallida y el final trágico
Elicia y Areúsa van donde Centurio, un rufián, para pedirle que vengue las muertes matando a Calisto. Areúsa finge estar enfadada para seducirlo, y Centurio promete cumplir, pero como era de esperar, solo hace ruido con espadas para asustar, sin intención real de matar.
Calisto va al huerto de Melibea con sus criados, quienes se quedan vigilando mientras los amantes pasan la noche juntos. Sosia y Tristán hablan sobre el enamoramiento de Sosia con Areúsa.
Cuando los criados escuchan voces y llaman a Calisto para que acuda, este baja precipitadamente, se cae y muere. Melibea expresa un dolor desgarrador, mientras Lucrecia trata de consolarla.
Lucrecia le dice a Pleberio que vaya a ver a Melibea, explicándole lo mal que está por la muerte de Calisto. Melibea pide a su padre que vaya a la azotea para hablar, y allí le explica su decisión de quitarse la vida antes de tirarse.
Final inevitable: La muerte de Calisto desencadena el suicidio de Melibea, completando la tragedia.