El Naturalismo: Cuando la literatura quiso ser ciencia
El Naturalismo surgió en Francia como evolución del Realismo, principalmente por Émile Zola, quien quería convertir la literatura en otra ciencia más. Los escritores naturalistas se veían como científicos que estudiaban el comportamiento humano mediante observación y experimentación.
La clave del Naturalismo es el determinismo: el ser humano no es realmente libre, sino que está condicionado por su herencia genética y su ambiente social. Por eso las novelas naturalistas prefieren ambientes sórdidos y personajes tarados, alcohólicos o psicópatas que obedecen a sus impulsos hereditarios.
La técnica naturalista lleva al extremo los postulados realistas: máximo rigor en observación y documentación, reproducción precisa del lenguaje hablado. Sin embargo, el naturalismo español fue más moderado: aprovechó ciertos recursos narrativos pero rechazó convertir la literatura en ciencia pura.
Recuerda: En España encontramos rasgos naturalistas en La desheredada de Galdós, La Regenta de Clarín y especialmente en La tribuna de Pardo Bazán, que describe la dura vida proletaria en una fábrica de tabaco.