La literatura medieval española se distingue por dos importantes corrientes poéticas: el Mester de Clerecía y Mester de Juglaría diferencias. El Mester de Clerecía era practicado por clérigos letrados que escribían obras de carácter culto y religioso, mientras que el Mester de Juglaría era desarrollado por juglares que recitaban de memoria historias populares para el entretenimiento del pueblo.
Gonzalo de Berceo y Milagros de Nuestra Señora representa una de las obras más significativas del Mester de Clerecía. Berceo, considerado el primer poeta español de nombre conocido, escribió esta colección de milagros marianos utilizando la cuaderna vía, una estrofa de cuatro versos alejandrinos con rima consonante (AAAA). El Estilo literario del Mester de Clerecía se caracteriza por su rigurosa métrica, el uso del lenguaje culto y la temática predominantemente religiosa. Los clérigos utilizaban recursos literarios sofisticados, referencias bíblicas y elementos didácticos para transmitir enseñanzas morales y religiosas.
En contraste, el Mester de Juglaría se transmitía oralmente, utilizaba versos irregulares y se centraba en temas heroicos y populares, como el Cantar de Mio Cid. Los juglares adaptaban sus historias según el público y el momento, incorporando elementos dramáticos y humorísticos para mantener la atención de los espectadores. Esta dualidad en la literatura medieval española refleja la división social y cultural de la época, donde coexistían una cultura letrada, vinculada a la Iglesia y los monasterios, y una cultura popular, transmitida oralmente en plazas y mercados. Ambas tradiciones contribuyeron significativamente al desarrollo de la literatura española y sentaron las bases para movimientos literarios posteriores.