Jorge Manrique y el Romancero
Las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique representan la cumbre de la elegía medieval. Las cuarenta coplas se organizan en tres partes: reflexión universal sobre la muerte, ejemplos particulares con el tópico ubi sunt?, y elogio específico del maestre Rodrigo Manrique.
La estructura evoluciona de lo general a lo particular, utilizando la copla de pie quebrado (versos octosílabos con tetrasílabos intercalados). Su estilo destaca por la sencillez y naturalidad, alejándose de la retórica artificiosa.
El romancero constituye la principal manifestación de literatura popular española. Los romances son poemas épico-líricos de extensión variable, con versos octosílabos y rima asonante en los pares.
El romancero viejo (anónimo, hasta mediados del XVI) se agrupa en ciclos: épicos (históricos, carolingios, bretones), fronterizos-moriscos y novelesco-líricos. Sus características incluyen condensación narrativa, truncamiento (solo queda el conflicto central) y presencia de arcaísmos.
Técnica literaria: El truncamiento hace que los romances comiencen en el momento de máxima tensión narrativa.