Teatro y poesía neoclásicos
La fábula triunfa como género didáctico perfecto: animales que enseñan valores a los niños de forma entretenida. Luzán defiende el principio de "enseñar deleitando".
En poesía, Juan Meléndez Valdés cultiva la poesía bucólica, con pastores idealizados y paisajes perfectos. Es poesía rococó que imita a los clásicos.
Leandro Fernández de Moratín es el rey del teatro neoclásico. Sus comedias respetan las tres unidades (acción, espacio y tiempo) y siempre tienen una lección moral.
Su obra maestra es El sí de las niñas, donde critica los matrimonios concertados sin amor y defiende que las mujeres deben poder elegir. En La comedia nueva se burla del mal teatro de su época.
💡 Clave de examen: Moratín = teatro neoclásico perfecto + crítica social + defensa de la libertad femenina.