El contexto histórico y el surgimiento del Realismo
La literatura realista nace en España tras La Gloriosa (1868), una época de gran inestabilidad política. Entre revoluciones, caídas de monarquías y crisis económicas, los escritores encontraron material perfecto para sus novelas.
El Realismo convierte la vida cotidiana en arte. Los escritores actúan como observadores objetivos que copian la realidad sin romantizarla. Su objetivo es mostrarnos cómo vive realmente la burguesía del XIX, con sus matrimonios problemáticos, adulterios y conflictos religiosos.
Las novelas realistas se caracterizan por la verosimilitud - todo debe parecer real y creíble. Para conseguirlo, utilizan descripciones detallistas, narradores omniscientes que conocen los pensamientos de todos los personajes, y mezclan ficción con acontecimientos reales de la época.
Dato clave: El Realismo español tiene antecedentes en la novela picaresca, por eso los autores españoles dominaron rápidamente esta técnica narrativa.
Benito Pérez Galdós es el rey absoluto de este movimiento. Sus Episodios Nacionales (46 novelas) recorren toda la historia del XIX, desde Trafalgar hasta la Restauración. En Fortunata y Jacinta retrata magistralmente la sociedad madrileña a través del triángulo amoroso entre un hombre y dos mujeres de diferentes clases sociales.