El Lazarillo de Tormes es una obra maestra de la literatura española del siglo XVI que revolucionó la narrativa de su época. Esta novela picaresca, escrita por un autor anónimo, narra las aventuras y desventuras de un joven llamado Lázaro de Tormes, quien sirve a diversos amos mientras lucha por sobrevivir en una sociedad marcada por la pobreza y la hipocresía.
La historia comienza con el nacimiento de Lázaro junto al río Tormes, de donde toma su nombre. A través de siete tratados, la obra describe el desarrollo del protagonista desde su niñez hasta la edad adulta. En el tratado 1, Lázaro sirve a un ciego astuto que le enseña las primeras lecciones sobre la dureza de la vida. El tratado 2 narra su servicio a un clérigo avaro, mientras que el tratado 3 lo sitúa con un escudero orgulloso pero hambriento. La estructura narrativa sigue un claro inicio, nudo y desenlace, donde cada experiencia contribuye a la transformación del personaje de inocente a pícaro.
El contexto histórico de la obra se sitúa en la España imperial del siglo XVI, reflejando la crisis social y moral de la época. El estilo se caracteriza por su realismo crudo, ironía mordaz y crítica social velada, especialmente hacia la Iglesia y la nobleza. La obra pertenece al género picaresco y al subgénero autobiográfico ficticio. La ambientación retrata fielmente la vida urbana española del Siglo de Oro, con sus contrastes entre la opulencia y la miseria. La obra alcanzó tal impacto que fue prohibida por la Inquisición, lo que explica su publicación anónima. Su interpretación va más allá de una simple historia de supervivencia, constituyendo una crítica profunda a las instituciones y valores de su tiempo.