Las Tres Propiedades Textuales Fundamentales
Imagínate que estás escribiendo un mensaje a tu mejor amigo versus una carta formal al director del instituto. ¿Usarías el mismo tono? ¡Por supuesto que no! Esto es exactamente de lo que tratan las propiedades textuales.
Todo texto que funcione bien debe tener tres características básicas: adecuación, coherencia y cohesión. Piénsalas como los pilares que sostienen cualquier texto exitoso.
La adecuación significa adaptar tu texto perfectamente a la situación y a quien lo va a leer. Tienes que considerar si la situación es formal o informal, y también el nivel de conocimiento de tu receptor sobre el tema.
La coherencia es cuando toda la información de tu texto está relacionada con el tema principal. Si empiezas hablando de fútbol y acabas explicando recetas de cocina sin conexión alguna, tu texto será incoherente.
Por último, la cohesión se fija en que uses palabras relacionadas entre sí (como sinónimos) y conectes tus ideas con nexos lógicos. Los conectores son esas palabritas mágicas como "porque", "por tanto", "además" que dan fluidez a tu texto.
¡Ojo! Los conectores de causa (porque, a causa de) explican el motivo de algo, mientras que los de consecuencia (así que, por consiguiente) muestran el resultado de una acción.