Los Extranjerismos
El español es como una esponja lingüística que ha absorbido palabras de múltiples idiomas a lo largo de la historia. Más de dos tercios de nuestro vocabulario procede del latín y griego, pero también tenemos préstamos fascinantes de otras lenguas.
Los germanismos nos dieron palabras relacionadas con la guerra y el hogar (guerra, yelmo, falda, blanco). Los arabismos son miles de términos de ocho siglos de convivencia: alcalde, algebra, aceite, azahar.
Los galicismos llegaron con las ideas políticas francesas (burocracia, parlamento) y la moda (chaqueta, pantalón). Los italianismos dominan el arte y la música (novela, soneto, batuta).
Los americanismos enriquecieron nuestra gastronomía (tomate, chocolate, patata), mientras que los anglicismos modernos invaden la tecnología (jersey, rock, túnel). También tenemos préstamos peninsulares: vasquismos (boina, izquierdo), catalanismos (faena, peseta) y galleguismos (brincar, chubasco).
💡 Curiosidad: Muchos anglicismos son calcos semánticos - traducimos la estructura pero mantenemos el concepto (weekend → fin de semana → finde).