Literatura y géneros literarios

¿Sabías que cada vez que lees una novela, escuchas una canción o ves una obra de teatro estás disfrutando de diferentes géneros literarios? La literatura usa la lengua como herramienta para crear belleza con las palabras.

Los tres géneros principales son bastante fáciles de distinguir. El género lírico expresa sentimientos y emociones del autor, normalmente en primera persona y en verso (como las canciones actuales). El género épico o narrativo cuenta historias con personajes, lugares y tiempos determinados, puede estar en prosa o verso. Por último, el género dramático presenta diálogos directos entre personajes y está pensado para representarse ante un público.

En la literatura medieval, la mayoría de obras se transmitían oralmente y tenían autores anónimos. Su objetivo principal era enseñar valores cristianos y modelos de conducta a una sociedad mayoritariamente analfabeta.

¡Dato curioso! La literatura popular medieval se cantaba en plazas y castillos, como los conciertos de hoy en día.

Lírica popular y cantares de gesta

La lírica popular eran canciones breves que la gente cantaba para celebrar el amor, las cosechas y las fiestas. Tenían un estilo sencillo con repeticiones y estribillos que las hacían fáciles de recordar.

Las jarchas (siglo X) fueron las primeras, donde una muchacha se lamentaba por la ausencia de su amado. Las cantigas gallegoportuguesas contaban historias de mujeres que esperaban a sus amados y se desahogaban con madres y hermanas. Las serranillas narraban encuentros entre caminantes y pastoras en la montaña.

Los cantares de gesta eran como las películas de superhéroes medievales. Los juglares recitaban en verso las hazañas de héroes nobles en plazas y castillos. Estos héroes eran modelos perfectos: leales, valientes, buenos padres y esposos fieles.

El Cantar del Mío Cid es nuestra primera obra literaria importante. Cuenta cómo Rodrigo Díaz de Vivar pierde su honor, es desterrado, reconquista su prestigio y casa a sus hijas con príncipes.

Recuerda: Los cantares de gesta mezclaban hechos históricos reales con elementos legendarios para hacer las historias más emocionantes.

Poesía culta y prosa didáctica

El mester de clerecía era la literatura de los escritores cultos, especialmente religiosos. A diferencia de la popular, tenía una métrica muy cuidada llamada cuaderna vía: estrofas de cuatro versos de catorce sílabas con la misma rima.

Gonzalo de Berceo fue el primer escritor conocido en castellano. Su obra "Los Milagros de Nuestra Señora" cuenta 25 historias donde la Virgen salva a personas devotas que se encuentran en peligro. El Arcipreste de Hita escribió el "Libro del Buen Amor", una especie de autobiografía donde cuenta sus aventuras amorosas como advertencia.

La prosa didáctica nació gracias a Alfonso X El Sabio, quien impulsó el uso del castellano en lugar del latín para difundir conocimiento. Don Juan Manuel escribió "El Conde Lucanor", una colección de cuentos con moraleja.

Cada historia de "El Conde Lucanor" sigue la misma estructura: el conde tiene un problema, Patronio (su consejero) le cuenta una historia, el conde aplica la solución y se resume la enseñanza en unos versos finales.

Tip de examen: La cuaderna vía es fácil de recordar: cuatro versos, catorce sílabas, misma rima.

Romances y Jorge Manrique

Los romances nacieron cuando la gente empezó a cantar por separado los episodios más emocionantes de los cantares de gesta. Son como los tráilers de las películas: se centran en el momento más intenso y se cortan dejándote con ganas de más.

Tienen versos octosílabos (ocho sílabas), riman los versos pares y usan mucho diálogo para dar agilidad. Hay romances líricos (de amor), históricos (batallas entre cristianos y musulmanes) y épicos (derivados de los cantares).

Jorge Manrique es el poeta más leído del siglo XV. Sus "Coplas a la muerte de su padre" son una elegía de 40 estrofas que reflexiona sobre la vida, la fama y la muerte. La obra tiene tres partes: reflexión sobre la brevedad de la vida, recuerdo de personajes históricos famosos y alabanza a su padre.

Manrique usa tópicos literarios que aparecen constantemente en exámenes: Ubi sunt? (¿dónde están los que fueron famosos?), Tempus fugit (el tiempo pasa rápido) y Omnia mors aequat (la muerte nos iguala a todos).

¡Importante! La "copla manriqueña" combina versos de ocho sílabas con otros más cortos de cuatro, creando un ritmo muy especial.

La Celestina

"La Celestina" de Fernando de Rojas es una obra única que mezcla teatro y novela. Es como una serie de televisión medieval: tiene diálogos intensos, personajes complejos y un final trágico que no te esperas.

La historia es un triángulo amoroso fatal: Calisto se enamora de Melibea, pero necesita la ayuda de Celestina (una alcahueta experta) para conquistarla. Celestina consigue que Melibea se enamore, pero la codicia la lleva a la muerte. Al final, Calisto muere accidentalmente y Melibea se suicida de dolor.

Los temas principales son el amor (visto como enfermedad), la muerte (como castigo por los excesos) y la intención didáctica: advertir sobre las consecuencias de dejarse llevar por las pasiones sin control.

El estilo combina perfectamente el lenguaje coloquial del pueblo con el elaborado de las clases altas. Cada personaje habla según su posición social, lo que hace la obra muy realista para su época.

Curiosidad: No sabemos si es teatro o novela porque es demasiado larga para representar pero está toda en diálogos. ¡Los críticos siguen debatiendo!