Modalidades textuales según su finalidad
Las modalidades textuales se clasifican según lo que quieres conseguir con tu texto. Tienes cinco opciones principales: narrar, describir, exponer, argumentar y prescribir. Cada una tiene su propio objetivo y características lingüísticas específicas.
La narración cuenta hechos o historias, reales o ficticias. Sus elementos clave son la acción, personajes, narrador, espacio y tiempo, organizados en planteamiento, nudo y desenlace. Usa verbos de acción en pasado, complementos circunstanciales y conectores temporales.
La descripción representa la realidad de forma objetiva o subjetiva. Puede ser estática o dinámica, dependiendo del elemento descrito. Se caracteriza por oraciones enunciativas en tercera persona, abundantes adjetivos, metáforas y comparaciones.
Es muy común encontrar varias modalidades en un mismo texto. Una novela combina narración y descripción, mientras que un artículo periodístico puede mezclar exposición y argumentación. La clave está en saber identificarlas y usarlas estratégicamente.
💡 Técnica de escritura: Antes de empezar, decide qué modalidad necesitas para tu propósito principal, pero no tengas miedo de combinar varias si tu texto lo requiere.