Personajes y lenguaje
Celestina es el personaje más complejo y fascinante de la obra. Maestra del engaño y la persuasión, maneja a todos con su habilidad verbal y posibles hechizos. Su amor por el oro, la comida y los placeres la hace tremendamente humana, pero su codicia será su perdición.
La obra refleja una sociedad en crisis dividida en dos mundos: los señores (Calisto, Melibea, Pleberio) y los criados (Celestina, Sempronio, Pármeno, las prostitutas). Todos, sin excepción, se mueven por intereses personales que los llevan a la tragedia.
El lenguaje varía según la clase social: los señores usan un registro culto con latinismos y referencias eruditas, mientras que los criados hablan de forma coloquial con refranes, expresiones vulgares e insultos. Celestina es el único personaje que domina ambos registros, adaptándose a cada situación.
La obra tuvo un éxito rotundo en su época, generando numerosas ediciones, traducciones e imitaciones que crearon todo un "género celestinesco" en la literatura posterior.
Para recordar: Celestina representa la transición del mundo medieval al renacentista, mezclando la moral cristiana con el hedonismo y la sensualidad de la nueva época.