La revolución literaria que cambió España
Imagínate vivir en un país que acaba de perder su imperio y se siente completamente perdido. Eso es exactamente lo que les pasó a escritores como Unamuno, Baroja, Azorín y Valle-Inclán a finales del siglo XIX. Decidieron que la literatura tenía que ser diferente, más real y más comprometida con los problemas de España.
La novela del 98 se caracteriza por una reflexión profunda sobre la identidad nacional. Los autores se preguntaban: ¿qué significa ser español? ¿Por qué España está tan atrasada? Sus personajes no son héroes tradicionales, sino personas normales con conflictos internos que reflejan los problemas del país.
El paisaje de Castilla se convierte en algo más que un decorado. Para estos escritores, los campos áridos y las ciudades decadentes son el espejo perfecto de España: austeros, olvidados, pero con una belleza melancólica. Usan un lenguaje sencillo pero cuidado, buscando siempre la palabra exacta.
💡 Dato clave: El regeneracionismo no era solo literatura. Giner de los Ríos fundó la Institución Libre de Enseñanza para modernizar la educación española y sacar al país del atraso.
Los temas que más les obsesionan son la decadencia de España, la crítica a una sociedad inmóvil y las grandes preguntas existenciales sobre el tiempo, la muerte y el sentido de la vida. No es casualidad que lean a filósofos como Schopenhauer.