Las tres propiedades del texto
Imagínate que el texto es como una receta de cocina: si no tienes los ingredientes correctos, el plato sale fatal. Los textos también necesitan sus "ingredientes" para funcionar bien.
La adecuación significa que tu texto debe encajar perfectamente con tu lector y la situación. No le hablas igual a tu mejor amigo que al director del instituto, ¿verdad? El destinatario (a quién escribes), la situación (formal o informal) y el propósito (qué quieres conseguir) determinan cómo debes escribir.
La coherencia es lo que hace que tu texto tenga sentido lógico. Todas las ideas deben estar relacionadas con el tema principal, ser pertinentes y no contradecirse entre ellas. Es como construir una casa: cada ladrillo debe estar en su sitio.
La cohesión conecta todas las frases del texto usando trucos del lenguaje. Los sinónimos, hipónimos, expresiones equivalentes y referencias (anáforas y catáforas) actúan como el cemento que une los ladrillos de tu texto.
💡 Truco: Antes de entregar cualquier texto, pregúntate: ¿es adecuado para mi lector? ¿Tiene sentido lógico? ¿Están bien conectadas las ideas?