El Realismo: Cuando la Literatura se Vuelve Real
¿Te has preguntado alguna vez cómo sería vivir en el siglo XIX? Los escritores realistas te lo van a contar con pelos y señales. Surge este movimiento cuando la burguesía toma el poder y los autores deciden dejar de soñar despiertos para mostrar la sociedad tal como es.
Fernán Caballero (seudónimo de Cecilia Böhl de Faber) abre el camino con La gaviota, mezclando escenas costumbristas con una moraleja clara: el pecado te lleva a la ruina. Pedro Antonio de Alarcón evoluciona del romanticismo al realismo en El sombrero de tres picos, donde ya vemos personajes con psicología real.
José María de Pereda se especializa en retratar Cantabria en Sotileza y Peñas arriba, mientras que Juan Valera prefiere un realismo más elegante en Pepita Jiménez, evitando lo desagradable pero profundizando en la psicología femenina.
Dato clave: Los realistas quieren máxima verosimilitud, por eso prestan obsesiva atención al detalle y reproducen fielmente el habla de cada región.