Modernismo y Generación del 98: Dos visiones literarias
El Modernismo nació en Hispanoamérica y llegó a España con la publicación de "Azul" de Rubén Darío en 1888. Este movimiento artístico de difusión internacional buscaba principalmente la renovación estética y la belleza. En 1916, Juan Ramón Jiménez publicó "Diario de un poeta recién casado", marcando el final del sentimentalismo modernista y el inicio de una poesía más intelectual.
Mientras tanto, la Generación del 98 surgió tras la guerra con Estados Unidos en 1898, cuando España perdió sus últimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Este grupo de escritores como Miguel de Unamuno, Pío Baroja y Azorín, reflexionaron sobre las causas de los males de España y buscaron formas de regenerar el país. Inicialmente pensaron en revoluciones, pero luego se centraron en la educación popular.
Los temas del Modernismo incluían la huida de la civilización industrial, ambientes exóticos, mitología grecolatina y medieval, erotismo y pesimismo vital. En contraste, la Generación del 98 se preocupaba por los problemas de España, exploraba el paisaje castellano y reflexionaba sobre temas existenciales y filosóficos.
💡 ¡Atención! Aunque coexistieron en el tiempo, el Modernismo priorizaba la belleza y el arte por el arte, mientras la Generación del 98 se centraba en comprender y regenerar España desde una perspectiva crítica.
Figuras principales y características
Rubén Darío Nicaragua,1867−1916 fue el gran precursor del Modernismo. Su obra evolucionó de una primera etapa parnasiana con obras como "Azul" (1888) y "Prosas profanas" (1896), caracterizadas por exotismo y sensualidad, a una etapa simbolista con "Cantos de vida y esperanza" (1905), donde aborda temas filosóficos con tono más pesimista.
Antonio Machado Sevilla,1875−1939 transitó entre ambos movimientos. En su primera etapa con "Soledades, galerías y otros poemas" (1907) muestra influencia simbolista, buscando respuestas a grandes enigmas en su interior. En su segunda etapa con "Campos de Castilla" (1912), desarrolla una poesía de compromiso cívico, reflexionando sobre el paisaje castellano y España con actitud crítica pero esperanzada.
Valle-Inclán (1866-1936) revolucionó el teatro español con la creación del Esperpento, un subgénero caracterizado por la deformación grotesca de la realidad. Su obra "Luces de Bohemia" (1921) ejemplifica esta técnica, donde presenta personajes grotescos vistos "desde arriba" con lenguaje áspero pero creativo, mezclando lo culto y lo coloquial para criticar la sociedad española.
Las diferencias estilísticas son notables: el Modernismo usa versos de arte mayor, léxico variado y figuras retóricas para crear musicalidad y belleza; mientras la Generación del 98 prefiere la novela y el ensayo, con un lenguaje más directo enfocado en la verdad y la regeneración de España.