Los Complementos del Verbo: Tu Guía Completa
¿Sabías que cada vez que hablas usas complementos sin darte cuenta? Estos elementos son los que dan vida y significado completo a tus oraciones, y reconocerlos es más fácil de lo que piensas.
El atributo aparece solo con verbos copulativos (ser, estar, parecer) y describe una cualidad del sujeto. Se reconoce fácilmente porque puedes sustituirlo por "lo" y concuerda en género y número con el sujeto. Por ejemplo: "María está cansada" → "María lo está".
El complemento directo recibe directamente la acción del verbo y solo aparece en predicados verbales. Lo identificas sustituyéndolo por lo, la, los, las: "Compré libros" → "Los compré". Cuando se refiere a personas, lleva la preposición "a".
El complemento indirecto indica quién recibe el beneficio o perjuicio de la acción. Siempre se puede sustituir por "le" o "les": "Doy un regalo a Ana" → "Le doy un regalo". Puede aparecer tanto en predicados nominales como verbales.
Truco clave: Para el complemento de régimen, la preposición está "pegada" al verbo. No puedes cambiarla porque el verbo la exige: "Se acordó de ti" (no "se acordó con ti").
El complemento predicativo es especial porque modifica al verbo y describe una cualidad del sujeto o complemento directo. Siempre concuerda: "Los niños llegaron cansados" o "Vi triste a María".
El complemento circunstancial aporta información extra sobre tiempo, lugar, modo, etc. Es el único que puedes quitar sin que la oración pierda sentido: "Estudié toda la noche" → "Estudié".
Finalmente, el complemento agente solo aparece en oraciones pasivas y lleva la preposición "por": "El libro fue escrito por Cervantes". En la oración activa, este complemento se convierte en el sujeto.