Adecuación: Cómo Adaptar tu Forma de Hablar
La adecuación es como ser un camaleón del lenguaje: cambias tu forma de hablar según la situación. No le hablas igual a tu mejor amigo que al director del instituto, ¿verdad?
Hay cinco factores clave que determinan cómo debes comunicarte. El lugar marca si usar un registro formal (en clase) o informal (en el patio). El destinatario también importa: hablas con más confianza a tus amigos y con más respeto a desconocidos.
La intención de tu mensaje cambia todo. Si pides un favor, usas cortesía ("¿Podrías ayudarme, por favor?"). Si corriges a alguien, intentas ser considerado para no herir sentimientos.
El tema y el canal también influyen. Hablar de trabajo requiere formalidad, mientras que chatear por WhatsApp permite espontaneidad. En clase necesitas preparación, pero en una conversación casual puedes improvisar.
💡 Consejo clave: Antes de hablar o escribir, pregúntate: ¿dónde estoy, con quién hablo, qué quiero conseguir y de qué tema trato?
Propiedades Textuales: Los Pilares de una Buena Comunicación
Dominar las propiedades textuales es como tener superpoderes comunicativos. Son tres elementos que hacen que tus textos y discursos sean claros y efectivos.
La coherencia se refiere a que tu mensaje tenga sentido y orden lógico. No puedes hablar de fútbol, saltar a matemáticas y volver al fútbol sin conexión. Todo debe estar organizado y relacionado con el tema principal.
La cohesión es lo que une las partes de tu texto como pegamento invisible. Usas palabras repetidas, sinónimos, antónimos y conectores para que todo fluya naturalmente. Por ejemplo, "además", "sin embargo", "por tanto".
Estas herramientas incluyen repetición de palabras clave, sustitución por sinónimos, uso de hipónimos e hiperónimos, anáfora y elipsis. También conectores de adición, oposición, consecuencia y ordenación que guían al lector.
💡 Recuerda: Un buen texto es como una buena receta: todos los ingredientes deben estar en orden y bien mezclados para que el resultado sea perfecto.