Los Latinos y la Fundación de Roma
Los latinos se instalaron en el Latium, un pequeño territorio entre el río Tíber y el mar Tirreno. Su organización social era muy clara: las familias formaban gentes, y varias gentes formaban una tribu. El pater familias era quien tomaba las decisiones importantes.
Vivían tranquilamente de la agricultura y la ganadería hasta que otros pueblos empezaron a atacarlos. Para defenderse, se refugiaron en las colinas y crearon Alba Longa, su primera ciudad importante.
Roma nació por necesidad. Las tribus latinas que vivían cerca del Tíber se vieron acosadas por etruscos y sabinos, así que formaron una federación defensiva en las colinas (Palatino, Aventino, Esquilino y Celio). Esta zona era estratégica: tenía colinas para defenderse, el río para el comercio y controlaba la ruta del ámbar que conectaba el norte con el sur.
Dato curioso: La confederación del Septimontium (las siete colinas) unió a latinos y sabinos a finales del siglo VIII a.C., creando la base de lo que sería el gran Imperio Romano.
Según la leyenda, Rómulo fundó Roma tras matar a su hermano Remo en una disputa. Después de gobernar durante años, desapareció en una tempestad y fue convertido en el dios Quirino.