Pronombres personales y evolución fonética
Los pronombres personales en latín varían según la persona y el número: ego (yo), tu (tú), is-ea-id eˊl/ella/ello, nos (nosotros), vos (vosotros) y ei-eae-ea ellos/ellas. Estos pronombres también se declinan, como vemos en "ego", que en acusativo es "me".
La pronunciación latina tenía características propias: la g siempre era suave, la c se pronunciaba como k, y existían signos para indicar la cantidad silábica (duración de las vocales). El alfabeto latino original tenía menos letras que el nuestro.
Las palabras latinas evolucionaron siguiendo reglas fonéticas predecibles. Por ejemplo: "au" evolucionó a "o" (autumnus → otoño), "ae" a "ie" (caelum → cielo), y combinaciones como "c'l" se transformaron en "j" (speculum → espejo).
💡 La cantidad silábica (duración de las vocales) no solo afectaba a la pronunciación, sino que determinaba la posición del acento en las palabras latinas, algo que ha influido en la acentuación del español.