El Retorno al Viejo Orden y las Primeras Revoluciones
Imagínate que después de años de cambios revolucionarios, los reyes europeos deciden que quieren volver a mandar como antes. Eso es exactamente lo que pasó en 1815 con el Congreso de Viena, donde las grandes potencias (Austria, Prusia, Rusia y Reino Unido) se reunieron bajo el liderazgo de Metternich.
Su objetivo era claro: eliminar todo rastro de la Revolución Francesa y restaurar el legitimismo - básicamente, devolver el trono a todos los reyes que Napoleón había derrotado. Mientras algunos países como Francia tuvieron que hacer concesiones con cartas constitucionales, otros como España volvieron completamente al Antiguo Régimen.
Para mantener este nuevo orden, crearon la Santa Alianza - un pacto que les daba derecho a intervenir militarmente si algún país tenía una revolución liberal. Pero las ideas de libertad no se pueden borrar tan fácilmente.
¡Ojo! La Santa Alianza funcionó como una especie de "policía europea" que sofocaba cualquier intento de revolución liberal.
Las primeras olas revolucionarias llegaron en la década de 1820, afectando a España, Portugal, Nápoles y Piamonte. Aunque la Santa Alianza las aplastó rápidamente, solo Grecia logró independizarse del Imperio turco en 1829, combinando liberalismo y nacionalismo.