El poder burgués y el crecimiento urbano
La burguesía no solo tenía dinero, sino que también impuso sus valores a toda la sociedad. Defendían la propiedad privada, el trabajo duro, el ahorro y el individualismo como pilares fundamentales.
Para demostrar su estatus, frecuentaban la ópera, teatros exclusivos y jardines de recreo. Las familias burguesas vivían en mansiones con servicio doméstico, imitando el estilo de vida aristocrático.
El proceso de urbanización cambió radicalmente el paisaje. La gente se concentró alrededor de las fábricas, creando grandes ciudades con ferrocarriles, metros y los primeros automóviles.
Sin embargo, esto creó una brutal segregación social: los ricos se mudaron a barrios planificados y elegantes (los ensanches), mientras que los obreros se hacinaban en barrios sin planificación cerca de las fábricas, con viviendas pequeñas y sin infraestructuras básicas.
💡 Dato curioso: Esta segregación urbana por barrios según la clase social es un patrón que todavía vemos en las ciudades actuales.